El paseo parte del antiguo complejo harinero El Pontón (1) del que hoy sólo queda el edificio de la panadería reconvertido en una ikastola (centro educativo que imparte sus clases exclusivamente en euskera). Fue construido en 1793 con el objetivo de garantizar el aprovisionamiento de harina a Bilbao. Por su configuración y división de labores y trabajos, se considera la primera edificación industrial significativa del País Vasco.
Su aspecto monacal o carcelario se explica tanto por la falta de referencias previas, como por la costumbre de albergar nuevas tecnologías en contenedores con estéticas a las que la población estaba acostumbrada.
La obra es Bien de Interés Cultural y se enmarca en torno a la vanguardia neoclasicista en Bizkaia. El edificio es una monumental masa cúbica, con tejado a cuatro aguas que se adapta a la pendiente del terreno, con cuatro alturas en su lado sudeste y tres en el resto.
Por su configuración y división de labores y trabajos, se considera la primera edificación industrial significativa del País Vasco
Curiosamente en el periplo de destrucciones y reconstrucciones fruto de las guerras carlistas, el edificio se ocupó por la Fábrica de Lencería de Miraflores (1844-1874). A pesar de su nombre se dedicaba a la lienzos crudos, lonas y vitres para alpargatas, sacos…
Gran parte de este paseo se vio afectado por las terribles riadas de 1983 que cambiaron la configuración de cuantas calles, barrios e infraestructuras se encontraban en las proximidades de la ría. El fenómeno supuso la puntilla para un Bilbao industrial sucio y contaminado, pero también fue un acicate para abordar un nuevo estilo de ciudad.