Es el que está situado en la orilla de enfrente del Mercado de la Ribera; se le conoce por el nombre de Bilbao La Vieja en contraposición al histórico Casco Viejo o Siete Calles.
En la Edad Media, por él llegaba la lana castellana que se comercializaba desde Bilbao (hay que tener en cuenta que la ciudad original era, única y exclusivamente, el Centro Histórico a sus espaldas) a partir de su reconocimiento como villa en 1300. Desde el s. XVII convivieron en su configuración importantes cotos mineros de hierro junto a arrabales residenciales que se significaban por importantes niveles de hacinamiento y, consecuentemente, graves problemas sanitarios.
Puede observar el multicolor juego de fachadas y miradores que albergaban las viviendas de marineros y los bajos comerciales de los almacenes originales convertidos en tiendas y lugares de ocio.
Atravesamos hacia esa orilla por el histórico puente de San Antón (al lado de la iglesia anterior al mercado) para adentrarnos a la búsqueda de esos recuerdos mineros.
Nada más cruzar el puente nos encontramos en el principio de la calle con la antigua Casa cuna de Bilbao (8) de 1916 y que venía a responder a las acuciantes demandas sociales en la exigencia de mejores servicios de sanidad e higiene. Plasmada a partir del diseño de Ricardo Bastida presenta evidentes reminiscencias del modernismo catalán. Sobre el dintel de su puerta principal se asienta el conjunto escultórico de La Caridad que aporta una referencia más sobre el sentido del edificio.
Seguimos avanzando por la calle Claudio Gallastegui para adentrarnos por la segunda a la derecha (calle Olano). Así, nos topamos con la Plaza Saralegi (9), donde se alza imponente y rehabilitado uno de los numerosos hornos de calcinación del mineral de hierro que hubo en la zona.
Las minas se concentraban durante los siglos XIX y XX en las lomas anexas, y en estos terrenos intermedios se ubicaban las infraestructuras para tratar el mineral antes de rellenar las barcazas que desplazaban su carga hasta los barcos de mayor calado atracados en la desembocadura de la ría.
Este horno rehabilitado se destinaba a la calcinación del mineral extraído para convertirlo en un producto más puro para su transporte y posterior manipulación.
La construcción pertenecía a la Mina San Luis abandonada en 1960 y que, junto con el coto de Malaespera y el de La Abandonada en esta loma, y la Mina del Morro en la orilla de enfrente, albergaban los mayores y mejores recursos férricos de la zona tras los enclaves mineros de Ortuella, Sopuerta y Somorrostro.
Avanzamos por la calle de Los Tres Pilares en el lateral de la Plaza y conectamos con la calle San Francisco. A escasos 250 metros puede visitar el Museo de Reproducciones Artísticas, situado en el número 14 de esta misma calle. El museo, fundado en 1927, es una muestra cultural más de la pujante sociedad vizcaína. El valor de las reproducciones del museo reside en la calidad de las copias (muchas de ellas de primer molde), reproducciones exactas de obras procedentes de los Museos Vaticanos, la Academia de Florencia, el Museo de Berlín, el Museo del Louvre o del Museo Británico, entre otros.
Es un hito tecnológico en la arquitectura industrial
Al bajar de nuevo hacia la ría por la calle Conde Mirasol llegamos hasta la calle Muelle de la Merced. En su número 3 se localiza la antigua fábrica de harinas La Ceres (10). Se trata del primer edificio construido en el estado español en hormigón armado sistema Hennebique (1899-1900) y es un hito tecnológico en la arquitectura industrial vasca, lo que le convierte en Bien de Interés Cultural. Acabado en 1900, se levantó en un tiempo récord de 7 meses por el joven ingeniero de caminos Ramón Grotta y el arquitecto Federico Ugalde. Originalmente constaba de 6 pisos; en su rehabilitación se han mantenido las fachadas para convertir el interior en viviendas.
Continuando por la misma calle se pasa por delante de la antigua Iglesia de La Merced, hoy desacralizada y dedicada a eventos musicales y artísticos. Antes de llegar a la calle Bailén, podemos observar a la derecha otro notable conjunto de fachadas de edificios residenciales y oficinas cara a la ría.
En Bailén tomamos a la izquierda; en el principio de este tramo, en su acera derecha, hay una larga tapia que oculta las vías de un ferrocarril. Al final de este muro, vislumbramos una calle de almacenes de empresas de agroalimentación levantados entre las décadas de los 30 y 50 del siglo pasado; cuentan con una ubicación logísticamente incomparable para aprovechar las vías del tren hacía el puerto y el sur de la península.
Su estado actual de abandono se redefinirá a la luz del proyecto definitivo que soterre las actual playa de vías, pero son un conjunto notable de instalaciones, con un elevado valor icónico hasta convertirse en una de las zonas industriales con más carácter en Bilbao. La calle está encabezada por el singular edificio de Compañía Vitivinícola de Bodegas Bilbaínas (11), remodelado en 1941.
Seguimos hasta la calle San Francisco. Esta calle y el barrio del mismo nombre, en atención al convento franciscano existente hasta mediados del s. XIX, albergó hasta la década de 1980 la vida noctambula y mundana de la ciudad con clubs, cabarets, cinematógrafos…. hoy cerrados. Actualmente es un barrio lleno de contrastes con importantes actuaciones públicas para combatir la degradación que han sufrido sus calles. Sigue siendo fiel a su histórica esencia de gran permisividad hacia todo tipo de colectivos sociales, lo cual lleva a que sus calles vean con naturalidad una notable presencia de ambiente gay, locales de ambiente nocturno, inmigrantes de todo el mundo o innovadores comercios de arte, ropa y hostelería.
Atravesando el puente de Cantalojas y llegando a la Plaza Zabálburu, encamine sus pasos por una de sus calles laterales, Pedro Martínez Artola, para conectar con la consecutiva calle Irala. A la altura de Reyes Católicos tuerza a la izquierda.
En su esquina con la calle inmediata (Kirikiño) va a ver una plaza incrustada entre fachadas muralizadas. Este punto nos sirve para ilustrar el concepto muy extendido de las "casas baratas" tanto en la ciudad como en Bizkaia. Un estilo de edificación impulsado tanto por cooperativas de muy diverso orden como por las propias empresas, que se acogían a las ayudas y beneficiosas concesiones legisladas a principios del s. XX.
El barrio de Irala es una de las mayores operaciones inmobiliarias de la época en España
Está usted en el popular barrio de Irala (12), que es una de las mayores concentraciones de este tipo de arquitectura. De hecho, son viviendas construidas por la empresa Harino Panadera creada por Juan José Irala y cuyo apellido da nombre al barrio. Obra de Federico Ugalde entre 1905 y 1917, se creó una auténtica ciudad satélite con 565 viviendas de estilo diverso (manzanas compactas, bloques de trazado continuo, chalets aislados -sencillos, dobles o cuádruples-). Pero todos ellos respondían, con un estilo muy inglés, a los principios de "sol, aire y agua" con los que el movimiento higienista en boga en Europa propugnaba ofrecer viviendas saludables a empleados y obreros.
En este cruce entre las calles Kirikiño y Reyes Católicos puede ver un chalet exento y las fachadas restauradas con un amplio abanico de colores. Si sube a la zona superior de esta calle Kirikiño y vuelve a este mismo punto bajando por la calle Urizar podrá observar otras tipologías constructivas de esta pequeña ciudad. Nos dirigimos al corazón fabril del barrio. Volviendo a la calle Irala, tomamos la denominada Ugalde mientras queda a nuestros pies la plaza de toros. Cogemos la primera a la izquierda y nos encontramos con el edificio industrial mejor rehabilitado en Bilbao: Harino Panadera. Una antigua fábrica harinera (13), clausurada en 1992 y construida enteramente en hormigón en 1901, como otra aplicación temprana de este material.
Del imponente conjunto manufacturero original, hoy sólo ha resistido al paso del tiempo el edificio de la fábrica de harinas (declarado Conjunto Monumental en 2005), y un espectacular patrimonio de máquinas que se encuentra en el interior actualmente ocupado por dependencias municipales.
Más información y visitas: bilbaoizan.net